Desde la primera semana de confinamiento, personal médico del consultorio, personal de limpieza, del ayuntamiento, Guardia Civil, comerciantes y farmacéuticos están poniéndose en riesgo diario para que los demás podamos disponer de lo básico para cuidarnos y sobrellevar estos difíciles momentos.
A ellos no sólo les debemos gratitud sino el mayor de los respetos. Para que su sacrificio no sea en vano, para no sobreexponerles innecesariamente a un peligro que les acecha a diario. Por ello apelamos a nuestra responsabilidad en este asunto y fijaros que es lo único que ahora se nos exige a todos. Cumplir las indicaciones, no salir de casa, no exponernos y exponer con ello a los que nos rodean a un mal que podría dejar nuestro mundo patas arriba y con un difícil futuro y en el que faltarán muchas personas que perdieron su vida víctimas de una pandemia que nunca pensamos que nos fuera a afectar de esta manera.
Cuando el pasado 25 de febrero, no hace un mes, Lucía y Ana nos dijeron que iban a tomar medidas para evitar en la medida de lo posible la transmisión de enfermedades contagiosas en el consultorio y nos informaron de que dejarían abiertas las ventanas del consultorio para que se ventilara bien y que querían además hacer una sala de aislamiento en el consultorio, la verdad es que nos sorprendió y reconozco que pensamos que quizá exageraban en sus pronósticos. Pero en esa misma semana trasladamos la podología al Hogar del jubilado, vaciamos y desinfectamos la sala y la habilitamos con lo que ellas nos dijeron que era necesario y se quedó preparada para lo que pudiera venir. Y a pesar de las incomodidades que suponía, respeté su decisión de facilitar la ventilación del consultorio dejando las ventanas abiertas. Sin saberlo estábamos adelantándonos y tomando medidas preventivas a lo que se nos venía encima apenas 3 semanas después.
Y la vida continuó sin ningún cambio considerable. Nos encontrábamos inmersos en los preparativos de la Semana Santa, los quintos, la romería, Linares… pendientes de nuevas subvenciones para invertir en ahorro energético, poniendo al día los sistemas antincendios de todas las instalaciones municipales, poniendo en marcha la oficina de la OMIC en el Ayuntamiento… Seguimos hablando del coronavirus en la calle, con los amigos y la familia, viendo las noticias de la tele, recibiendo correos de las diferentes administraciones con consejos y recomendaciones, pero pensando aún que toda esta alarma era para nosotros algo lejano.
Pero llegó. Y arrasó con nuestra vida y rutinas diarias y todo se convirtió en secundario. Apenas de un día para otro lo cambió todo. Quince días después de tomar las primeras medidas en nuestro consultorio, el ayuntamiento, estando al tanto de las últimas noticias y en cuestión de un par de horas tomó la decisión de suspender todas las actividades culturales y deportivas y de cerrar todas las instalaciones municipales excepto el Ayuntamiento. Esa misma tarde se suspendieron las clases en colegios e institutos en toda Castilla la Mancha, comenzamos la redacción de un Decreto con las primeras medidas adoptadas y comenzamos a trabajar para poner en marcha otras que considerábamos imprescindibles en la lucha contra el coronavirus en nuestra localidad.
Primero poniéndonos a disposición del personal del consultorio para todo lo que pudieran necesitar en su trabajo diario, buscando más material de protección para las trabajadoras de ayuda a domicilio, alguaciles, personal de limpieza y personas que están de cara al público durante estos días como son el personal de las tiendas de alimentación, preparando material y recursos para poder llevar a cabo desinfecciones de calles y mobiliario urbano, buscando soluciones o alternativas que nos permitan atender a las familias más vulnerables y necesitadas en sus necesidades básicas, estando pendientes de nuevas órdenes, obligaciones, recomendaciones y medidas que nos llegan desde el gobierno central y la comunidad autónoma.
Se ha instalado una lavadora secadora en el consultorio para que el personal sanitario no tenga que llevarse a su casa la ropa que pueda estar infectada y poder lavarla diariamente.
Después de llamadas, búsqueda de información y de tirar de contactos, conseguimos un primer pedido de mascarillas para nuestro personal de ayuda a domicilio y de limpieza (apenas 150 mascarillas, el pedido máximo que nos pudieron facilitar) y seguimos buscando nuevas opciones. En otra empresa conseguimos batas de algodón, gafas de seguridad y guantes y las cosemos gorros de tela que puedan lavar y desinfectar a diario.
Por el bien de nuestros mayores y para evitar su contagio y por protocolo marcado por Servicios Sociales redujimos el servicio de ayuda a domicilio a servicios mínimos que cubran solo a las personas solas y con movilidad reducida.
Hay vecinos que nos donan paquetes de guantes de diferentes tamaños. Encontramos otra empresa que suministra mascarillas y hacemos un segundo pedido.
El miércoles seguimos publicando nuevos protocolos de actuación que nos llegan a través de sanidad, nos ponemos en contacto con el párroco para gestionar las ayudas de alimentos a los más desfavorecidos debido a que el servicio de Cáritas no dispone de alimentos. En este aspecto estamos preparando juntos, medidas para que esta semana lleguen alimentos de primera necesidad a estas familias.
De nuevo conseguimos un nuevo contacto dónde encargar mascarillas y hacemos un tercer pedido, aunque no nos aseguran que lo vayamos a recibir al completo.
Y nuevamente el miércoles otro vecino se pone en contacto con nosotros para poner a disposición de todos, una máquina para desinfectar las calles por lo que enseguida comenzamos a hacer llamadas para averiguar a través de sanidad el producto adecuado y la dosis precisa para hacerlo. Buscamos el producto y el material de seguridad para los empleados que lo van a realizar y el viernes comenzamos a hacerlo con el pulverizador del ayuntamiento en los alrededores del consultorio, aunque la lluvia nos obliga a posponer el baldeo y desinfección de calles para cuando las previsiones meteorológicas lo permitan.
En cuanto se reciben las primeras mascarillas estas se reparten entre el personal que lo necesitaba y los comerciantes que se exponen a diario en sus tiendas para ofrecernos alimentos y productos de primera necesidad. A última hora del viernes recibimos un segundo pedido de mascarillas que nos permitirá poder mantener en la medida de lo posible a nuestros empleados y comerciantes seguros mientras esta alarma sanitaria continúe.
El sábado lo dedicamos a la fabricación de mascarillas de algodón. Estamos haciendo una muestra y entregaremos el modelo con la tela a todo aquel que quiera colaborar en su fabricación. Las que se vayan haciendo se distribuirán entre la población, pero solo a aquellas personas que salen de casa para hacer alguna gestión que son las personas que se exponen a contagio.
Y para esta semana nos gustaría poner en marcha otra iniciativa. Para hacer más llevaderos estos días de encierro a los aficionados a la lectura. Ofrecer el servicio de préstamo de libros de la biblioteca a domicilio. Se podrán solicitar hasta 4 libros, aunque será la bibliotecaria la que los seleccione. Solo se hará una entrega durante este período de encierro. Cuando la situación mejore ya nos pondremos en contacto con los lectores para determinar cómo se lleva a cabo la devolución. Si estáis interesados deberéis poneros en contacto con el Ayuntamiento (925795101) y dejar vuestros datos y preferencias respecto a la lectura a lo largo de esta semana. En cuanto nos organicemos y tengamos peticiones iremos pasando por los domicilios de los interesados.
Por último, dar las gracias de corazón a todos los torreños y torreñas que en estos días han ofrecido lo que tienen y lo han puesto al servicio de los demás. Las personas que nos han prestado guantes, maquinaria para realizar la desinfección de las calles, comerciantes que a pesar de tener cerrado nos han proporcionado productos de limpieza o material para coser mascarillas y gorros, a las mujeres que nos están cosiendo mascarillas y gorros… y por supuesto al personal médico del consultorio, personal de limpieza, del ayuntamiento, Guardia Civil, comerciantes y farmacéuticos por su gran trabajo durante estos difíciles días.
Esperamos que todo se solucione cuanto antes y que nuestra vida vuelva a la normalidad.
Seguimos trabajando. Seguiremos informando.
SEAMOS RESPONSABLES
SOLO JUNTOS PODEMOS LOGRARLO
QUÉDATE EN CASA